sábado, 8 de enero de 2011

El seminarista de los Ojos negros. Manuel Ramos Carrion


Desde la ventana de un casucho viejo
abierta en verano, cerrada en invierno
por vidrios verdosos y plomos espesos,
una salmantina de rubio cabello
y ojos que parecen pedazos de cielo,
mientas la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Baja la cabeza, sin erguir el cuerpo,
marchan en dos filas pausados y austeros,
sin más nota alegre sobre el traje negro
que la beca roja que ciñe su cuello,
y que por la espalda casi roza el suelo.
Un seminarista, entre todos ellos,
marcha siempre erguido, con aire resuelto.
La negra sotana dibuja su cuerpo
gallardo y airoso, flexible y esbelto.
Él, solo a hurtadillas y con el recelo
de que sus miradas observen los clérigos,
desde que en la calle vislumbra a lo lejos
a la salmantina de rubio cabello
la mira muy fijo, con mirar intenso.
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
de aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
y muere el estío y el otoño luego,
y vienen las tardes plomizas de invierno.
Desde la ventana del casucho viejo
siempre sola y triste; rezando y cosiendo
una salmantina de rubio cabello
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
Pero no ve a todos: ve solo a uno de ellos,
su seminarista de los ojos negros;
cada vez que pasa gallardo y esbelto,
observa la niña que pide aquel cuerpo
marciales arreos.
Cuando en ella fija sus ojos abiertos
con vivas y audaces miradas de fuego,
parece decirla: —¡Te quiero!, ¡te quiero!,
¡Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo!
¡Si yo no soy tuyo, me muero, me muero!
A la niña entonces se le oprime el pecho,
la labor suspende y olvida los rezos,
y ya vive sólo en su pensamiento
el seminarista de los ojos negros.
En una lluviosa mañana de inverno
la niña que alegre saltaba del lecho,
oyó tristes cánticos y fúnebres rezos;
por la angosta calle pasaba un entierro.
Un seminarista sin duda era el muerto;
pues, cuatro, llevaban en hombros el féretro,
con la beca roja por cima cubierto,
y sobre la beca, el bonete negro.
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
los seminaristas iban en silencio
siempre en dos filas hacia el cementerio
como por las tardes al ir de paseo.
La niña angustiada miraba el cortejo
los conoce a todos a fuerza de verlos...
tan sólo, tan sólo faltaba entre ellos...
el seminarista de los ojos negros.
Corriendo los años, pasó mucho tiempo...
y allá en la ventana del casucho viejo,
una pobre anciana de blancos cabellos,
con la tez rugosa y encorvado el cuerpo,
mientras la costura mezcla con el rezo,
ve todas las tardes pasar en silencio
los seminaristas que van de paseo.
La labor suspende, los mira, y al verlos
sus ojos azules ya tristes y muertos
vierten silenciosas lágrimas de hielo.
Sola, vieja y triste, aún guarda el recuerdo
del seminarista de los ojos negros...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Segun Tito 2: 3-5


Las hermanas mayores deben enseñar a las mas jóvenes a conducirse como agrada a Dios a ser mujeres que amen a sus esposos, hijos, hacendosas en el hogar, dulces al hablar, casta para que el nombre de Dios no sea blasfemada a causa de su conducta.

Es una responsabilidad el orientar a las mujeres mas jóvenes ya que cada una trae en sus vidas estilos de vida, culturas y cosas que han marcados sus vidas; pero algo entiendo ahora que, si de verdad amas a Dios debes aceptar sus orientaciones antes que la palabra de cualquiera; debemos creer en él.
Nos instruye a enseñar a nuestras jóvenes hagan todo lo mencionado porque a medida que pasa el tiempo se olvidan cuales son las obligaciones y el sentido que tiene nuestra creación Eva no tuvo claro cual fue su función dentro de la creación y pago sus consecuencia.
No debemos olvidar cual es nuestro norte y cual es el objeto de la creación de la mujer se que puede sonar machista pero si aceptamos el propósito de nuestra creación nuestra vida tendrá mas sentido. Analisemoslo si confiamos en la palabra de Dios el cumplira su promesa para con nosotras.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Ser Ejemplo


Las jóvenes de oí en día disponen de mas herramientas que las de años atras.
Existe una serie de manuscritos, libros y videos que nos ejemplifican como debemos vivir, pero nos cansamos de buscar cosas que no nos llenan sin sentido y que apuntan a un desenfreno total en las vidas de los cada vez mas desorientados jóvenes. El único y verdadero camino que debemos seguir es elDios. El autor y consumador de la Fé y del amor en las vidas de los que hoy disfrutamos de sus bendiciones. El con su vida nos mostro cual era el camino a la verdadera felicidad. El llena las vidas mas vacias y calma al sediento, el bebe su agua jamas tendrá sed.

El es el mejor ejemplo. Dios los Bendiga.